domingo, 14 de febrero de 2010

Amigo caminante

Acostumbrado desde bien chico a viajar a todo lugar y sitio,
no hay en tu camino más huella ni brillo que tus seres queridos.
Ya superaste la pena de vivir con la mochila siempre puesta,
las alas han crecido y sólo quieres volar sin fijar destino.

De sur a norte, de norte a este, de este a oeste, al horizonte.
Van siguiéndote los recuerdos guiados por tu estela errante.
De Murcia a Barcelona, de Murcia a Valencia, Adra y Toledo,
vas Badajoz, a Madrid, a Azuaga, un billete a Badajoz de nuevo.

Los olivos que pintan tu niñez han de dar cobijo a tu alma,
los versos lorquianos que te alimentaron serán tu voz,
el viento del sur moreno será la tierra de tus raíces,
y las fotos blanquinegras, azul y rojo onírico, una nana.

Por un momento me recuerdas a Ulises, Quijote, Eneas
navegando contra mitos y molinos, inventando leyendas
para llegar a tu Ítaca, al Toboso, tu Roma por construir,
abrazar a Penélope, a Dulcinea, a Dido y por fin sonreír.

Un día recordaremos desde los extremos, tu allí, yo acá,
aquellas conversaciones inconexas, profundas, lesas,
a veces nocturna y escatológicamente unidas, cantadas.
Menos mal que nuestros peludos amigos de eso no hablan.

Puedo echar en falta esos pequeños detalles,
yo siempre digo las pequeñas cosas, las más importantes,
por eso quiero desearte en tus largos viajes por amor,
que de estos momentos, miles, nunca dejes que te falten.



Para Jafo

1 comentario:

  1. Para Jafo, sin duda alguna. Me encanta, en serio. Estoy impaciente por que publiques más obras!!!

    Maatkara.

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