Los días son para vivir, las noches para dormir y mis madrugadas para escribir.
Nunca tengo noche suficiente para salir, reflexionar a golpe de boli, bailar en vertical y horizontal... Tanto por hacer...
Pero el cansancio va minando mis neuronas. Volveré a llegar tarde a trabajar.
Envidio a los que me rodean, capaces de cerrar los ojos y soñar sin importar lo que marque el minutero.
Esa habilidad para ignorar el mundo, hacer oídos sordos a sus pensamientos.
Más que palabras, para ellos son nanas mudas que no decoloran sus quimeras.
Para mi son diablillos que hacen travesuras en el subconsciente destiñendo a blanco y negro las irrealidades que deseo inventar.
Envidio su calmada respiración cuando la mía se entrecorta en este baile maldito a toda marcha, su quietud en la postura relajada mientras mi cama y mi cuerpo pelean en el ring nocturno.
El placer del buen dormir humedece sus almohadas de la saliva emanada. Mi pobre almohada sólo bebe del sudor de la intranquilidad.
Coitus interruptus.
Cuando a merced del agotamiento empiezan a pesar por fin los párpados, la pesadilla se desata y no hay voz que salga de mi garganta ni persona a la que me pueda agarrar y evitar el desplome. Despierta otra vez.
Envidio su descanso y siento pena al mismo tiempo porque bajo toda esa tormenta, la insomne escritora renace y aunque no sueñe escribo mis sueños, de modo que al alba, nunca me olvido de ellos y al leerlos, sea la hora que sea que marque el minutero, vuelvo a soñar.
lunes, 18 de septiembre de 2017
I am... I should be. I will be
They tell me that I have inside what I'm looking for.
I don't even know if I'm looking for something or if I ever did, but whatever it is, everything is dark.
The lights went out, I didn't pay the bill and they cut it off.
Listen.
Strong, bad, red, black, arrogant, mean, sexy, rogue...
I should be that one.
The soft me works inspiring tenderness and I'm going to continue using it at my whim but I must take out the badass I have kept and learn how to submit it to my personal enjoyment.
I will make them kneel before me, in the innocence and indecency.
I'm going to turn the world crazy as I become crazy, take it to my hell while I point to heaven and later chain and whip it, free it and its masochist stocolm syndrome will be so intense that it's coming back to me on its own to drown into the rough sea of my emotions.
A roller coaster that derails, the terror tunnel of which you get out with the laugh of the adrenaline.
Salt of sugar.
Sugar of salt.
Spacy.
Soft.
Intense.
Untamed.
Quiet.
Wild.
I don't even know if I'm looking for something or if I ever did, but whatever it is, everything is dark.
The lights went out, I didn't pay the bill and they cut it off.
Listen.
Strong, bad, red, black, arrogant, mean, sexy, rogue...
I should be that one.
The soft me works inspiring tenderness and I'm going to continue using it at my whim but I must take out the badass I have kept and learn how to submit it to my personal enjoyment.
I will make them kneel before me, in the innocence and indecency.
I'm going to turn the world crazy as I become crazy, take it to my hell while I point to heaven and later chain and whip it, free it and its masochist stocolm syndrome will be so intense that it's coming back to me on its own to drown into the rough sea of my emotions.
A roller coaster that derails, the terror tunnel of which you get out with the laugh of the adrenaline.
Salt of sugar.
Sugar of salt.
Spacy.
Soft.
Intense.
Untamed.
Quiet.
Wild.
jueves, 7 de septiembre de 2017
Frente al mar cavilo
Llevo horas frente al horizonte de mi libreta, es un horizonte inmenso de páginas que me llaman a ser escritas, rotas, arrancadas, rayadas, violadas con palabras de dolor, acariciadas con las de felicidad, engañadas con metáforas, volverlas locas con contradicciones y locuras.
El atardecer me ha sorprendido escribiendo.
Sentada sobre la fina arena, bañando mis pies en microscópicas aguas movedizas entre los dedos, meciéndome al compás de unas olas que rompen con suavidad el final de agosto.
Mis manos tiritan de puro nervio, los recuerdos se amontonan, las palabras corren, la tinta se ha convertido en garabato al galope de las emociones que susurran los pedazos de mi corazón. Ese mismo que a veces pensábamos que no tenía. Desde luego, fue insuficiente para los dos, ninguno llegamos a poseer ni la tercera parte de él.
No se querer. No se quererme. No supe quererte.
Tengo un nudo en las tripas que ha decidido alimentarse de mi alma y consume mis noches. Un nudo que no se cansa de retorcerme. Pero yo soy más dura. Soy un diamante. La fragilidad de esta mujer necesita mucho más para romperse.
Este pulso lo gano yo.
Es una lucha contra mi misma.
Ya no somos nosotros, ya soy sólo yo.
Como el mimbre de Marea, me doblaré antes de partirme, me forraré el pecho con un colchón y le haré el amor a la soledad.
Aprenderé a quererme.
El atardecer me ha sorprendido escribiendo.
Sentada sobre la fina arena, bañando mis pies en microscópicas aguas movedizas entre los dedos, meciéndome al compás de unas olas que rompen con suavidad el final de agosto.
Mis manos tiritan de puro nervio, los recuerdos se amontonan, las palabras corren, la tinta se ha convertido en garabato al galope de las emociones que susurran los pedazos de mi corazón. Ese mismo que a veces pensábamos que no tenía. Desde luego, fue insuficiente para los dos, ninguno llegamos a poseer ni la tercera parte de él.
No se querer. No se quererme. No supe quererte.
Tengo un nudo en las tripas que ha decidido alimentarse de mi alma y consume mis noches. Un nudo que no se cansa de retorcerme. Pero yo soy más dura. Soy un diamante. La fragilidad de esta mujer necesita mucho más para romperse.
Este pulso lo gano yo.
Es una lucha contra mi misma.
Ya no somos nosotros, ya soy sólo yo.
Como el mimbre de Marea, me doblaré antes de partirme, me forraré el pecho con un colchón y le haré el amor a la soledad.
Aprenderé a quererme.
lunes, 4 de septiembre de 2017
Te jodes
Soy una enredadera que empezó a palpar tus pies cuando moría de sed.
He trepado por tu cuerpo vivaz y sin control. Quiero convertirme en selva en tu cuello.
No quiero tu alma, no soy el diablo, quizás una bruja hechizada por tus encantos, esos que mantienes a buen recaudo pero que te hacen una persona muy valiosa para cualquiera que te conozca.
Quiero tus labios, beberme tu aliento, morderte la lengua, perderme en tu mirada mientras me penetras, sentir el vicio de tu sexo en mi sexo, tus manos marcando mi cuerpo, bailar al ritmo de una música que sólo tu y yo escuchamos, un "no me olvides" en la distancia...
No quiero ser un obstáculo pero si tenerte cerca, en tu cama y en la mía, en un bar, en las burbujas de una bebida compartida, en un parque, en la playa, la montaña, a cuatro y a dos ruedas, patas, el número ocho que no quieres meter.
Te echaré de menos tanto como el cuerpo me lo pida, te jodes, y me gustarás tal cual eres, te jodes.
Pero no pienses que por ello voy a perder la vida. Ya no tengo 15 años.
Seguiré con mis rutinas de igual modo que tu sigues las tuyas con la única diferencia de añorar tu roce en la ducha o cuando simplemente no estés.
A veces he pensado que te da miedo sentirme y otras que no hay más verdad, soy prescindible.
En cualquier caso no importa, aún menos cuando te tengo, te disfruto y te saboreo.
Eres el café de las mañanas, el psicólogo de las madrugadas, el amigo que sabe y escucha, el amante que me ha descubierto.
No temo sentir ni al dolor, no quiero hacerte daño y antes de perderte, te devolvería a tus aullidos solitarios a otra luna(te costará algo más hacer que esto pase), pero incluso entonces, seguiría pensando que todo valió la pena recordando cada conversación, cada paso de la lista que nunca terminaremos.
Un día desnudaste mi cuerpo y sin quererlo, liberaste un animal que llevaba dormido demasiado tiempo y ahora cual vampiro, te busca sediento.
Me has regalado algo que nunca sabrás devolviéndome la risa. Sólo estando ahí.
Deseo hacerte sentir tan feliz como me siento.
Follarte mejor de lo que ahora se, abrirme entera para ti, regalarte el placer entre mis piernas, en mis labios, superar las expectativas de tu controlada mente y provocarte un orgasmo imparable.
Que me digas y decirte "me encantas, me encantas demasiado" y correrme sabiendo que es verdad.
Alicia, se mira en el espejo. Ya no es la niña que viaja más allá de su imaginación, no es la misma que atravesó el cristal.
Todo en ella ha cambiado y ya no recuerda ni un instante de su aventura.
Un día, como todo niño que crece, empezó a olvidar el mundo mágico de colores y locuras donde los cumpleños no son y las flores cantan al sol.
Alguna noche se levantó gritando "¡No me corte la cabeza, su majestad!". Estaba sudando, temblorosa, mira confusa a su al rededor y se volvía a dormir pensando en qué libro había laído tales tonterías.
Alicia, es una mujer cuya sombra se ha anclado en la infancia. Juega a esconderse tras su falda, es más pequeña de lo normal y, de vez en cuando, sin que nadie la vea, da un saltito.
Mira a los niños del parque extrañada, dicen haber visto un conejo blanco. "Un conejo blanco".
Se acerca al árbol donde corretean.
Hay una hoquedad a sus pies, acerca lentamente la cabeza...Un destello le hace huir del lugar. Esun presentimiento confuso, algo que está entre el deseo y la lógica.
Lo que menos le gusta es jugar a las cartas, dice que las reinas parecen malvadas y el juego le resulta tonto.
Alicia es alérgica a los gatos y tiene un precioso siamés como compañero de habitación.
Adora el té. Las cinco es un momento de silencio desde que termina de hervir la tetera hasta que toma el último sorbo. Los posos quedan al fondo de la taza y podría decirse que forman una especie de media luna.
Todos los meses recibe una carta de un admirador secreto con el que fantasea en sueños imaginando un apuesto caballero o quizás un pobre chico que se ha encapricado.
Las cartas del pretendiente, contienen poemas que podrían leerse de arriba a bajo y de abajo a arriba cambiando por completo el significado del mensaje, bajo este, siempre firmaba: Dodo.
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