lunes, 3 de octubre de 2011

Muñeca de trapo arrinconada

Marioneta...muñeca de trapo...juguete en sus manos...hilos que enganchan mi piel a tus dedos manejando mis zapatos en la dirección que te da la gana...
Ojos de plástico despintado, pelo trenzado de lana, un retal por sayo, sonrisa desdibujada, color barato en la cara...
Pies de madera, manos de algodón, girones en el cuerpo desgastado...
¡Estúpida expresión de inocente alegría! ¡Maldita la gracia de verme en un rincón de polvo y moho!
¡Maldita la hora en que aprendí a quererte y darte mi idiota sonrisa!
Muñeca tonta. Tonta muñeca.
¿A caso esperabas un final diferente para ti? Como tantas otras veces...
Grietas, todo lo que veo son las grietas por las que se coló el recuerdo de un juego inventado bajo la sombrilla.
Un invierno azul...gris...negro...casi opaco de calor...al menos, en este rincón.
Se me retuercen los hilos de agónica melancolía cuando te veo entrar sin mirarme un instante.
¡Mírame! ¡Mira lo que has hecho conmigo! Atrévete a ver tus malos remiendos, los agujeros de tus enganchones por tapar en mi pecho, bajo el sayo, bajo la triste mirada escenificada...
Si sólo fuera capaz de devolverte una de cada diez puntadas...
Gritaría si mi boca no fuera una mancha de rotulador...
Inútil...ser sin alma...ser inepto...despojo...
Eso es, eres el despojo de mi desestructurada memoria...
Si pudiera salir de este rincón, no serías nunca más nada...te olvidaría...y tu labor...tu condena...tú...morirías...
No se cómo...lo haré...cortaré mis hilos...no me importa si hubiera de cortar mis manos...cortaré a ras...
Despídete de tu muñeca porque ésta, a pesar de la vida, no volverá...y tú...y yo...descansaremos en paz.

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